martes, 10 de septiembre de 2013

Tamara de Lempicka


Tamara de Lempicka  pintora nacida en Varsovia en 1898 , vivió  en París desde el año 1923 está considerada un icono  del  Art déco y  representante de los locos años veinte .  Sus cuadros destacan por sus figuras femeninas llenas de sensualidad y de formas cercanas a la belleza clásica , sus modelos raramente miran al espectador  parecen estar ausentes y formar parte de otro mundo, posan como en un teatro " para ser vistos" . Tuvo influencias de Boticelli, Broncino e Ingres. Tambien por sus formas y colorido pudo acercarse al cubismo y a la pintura fauvista.
Tamara de Lempicka. La túnica rosa. 1927. Óleo sobre lienzo.

Mujer libre, excéntrica hedonista y de  interesante biografía , plagada de anécdotas por la que pasan amores varios y muy distintos países cuya vida merecería leerse con detenimiento. Destaco el episodio que tuvo con el poeta Gabriele D’Annunzio a quien visitó el año 1926 en la casa del  Lago Garda  " Il Vittoriale ", quería hacerle un retrato y el poeta ya entrado en años y gran conquistador quería conquistarla, al no conseguirlo, le regaló un poema, La Donna d'Oro, y un topacio montado en un anillo de plata que Támara llevaría siempre . con el que fue incinerada ; sus cenizas fueron esparcidas sobre el cráter de volcán de Popocatépetl  Cuernavaca (México) en el año 1980.


El 19 de marzo de 1994, la sala Christie's en Nueva York, subastó su cuadro "Adán y Eva", pintado en 1931, fue adjudicado en dos millones de dólares. Actores como Jack Nicholson, Barbra Streisand y la cantante   Madonna al adquirir sus obras la pondrían de mayor actualidad.
Madonna realizó en el año 1990 un mágnifico vídeo musical llamado Vogue  inspirado en Tamara Lempicka .


 Dos interpretaciones de dos cuadros de Tamara Lempicka


Alba . Acrílico sobre lienzo
Claudio. Dibujo con  carboncillo y lápiz conté.



 GABRIEL D’ANNUNCIO
Vas spirituale

La diestra espiritual sobre un salterio,
solemne y taciturna,
una mujer vigila en el misterio 
de la hora nocturna.

Un gran bosque de símbolos circunda, 
a esa mujer. Sobre su frente pía 
que ultraterrena claridad inunda,
tiende su red la gótica arquería 
de vasto templo. Aladas potestades
pueblan las anchas naves penumbrosas
y sobre el mármol blanco de las losas
tumulares, reposan indolentes
las estatuas yacentes
entre guirnaldas de eternales rosas.

Cabe las puertas de bruñido cedro
que guardan el letárgico reposo
del santuario, y en frisos y molduras 
se mezclan en hieráticas posturas
los monstruos de un bestiario fabuloso.

Ella, bajo la albura de la estola
medita blanca, sola
y solemne. Parece que concreta
en sí las tres Virtudes Teologales;
en círculo, los signos zodiacales 
la nimban los cabellos de violeta. 

Plumas y gemas de irisados brillos
constelan su pesado vestimento;
su diestra espiritual, llena de anillos
áureos, reposa sobre el instrumento
y al pie de ella un pontífice latino
mueve en un ritmo acompasado y lento
un frágil incensario de oro fino.

Versión de Luis A. Cano


       
TAMARA LEMPICKA
 (1898-1980)


GABRIELE D´ANNUNZIO
(1863-1938)